Enfermedad por modelantes

Por: Dr. Facundo Garfias Vargas
        Cirugía Plástica y Reconstructiva – Hospital Ángeles de Querétaro


Problema de salud.

       La aplicación de sustancias que han sido infiltradas  a lo largo de la historia en diferentes partes del cuerpo, como la silicona líquida, el colágeno, el guayacol y los aceites, dañan de forma irreversible la salud de las personas y dan como resultado una enfermedad incurable y de difícil manejo conocida como enfermedad por MODELANTES.

       La ignorancia generalizada en nuestro país y la ausencia de ética de quienes lo aplican están convirtiéndolo en un  problema de salud  ya que se puede convertir en un padecimiento incurable presentando variables en la manera como se presenta el cuadro dependiendo del tipo de material  inyectado. Por ejemplo aceite  mineral, alcanfor, aceite de sésamo, guayacol, silicón, petrolato, parafina, aceites vegetales de algodón, olica, ajonjolí o aceites automotrices, dimetilsiloxano, etc-.

       En términos generales para que la enfermedad se produzca es necesario que se infiltren en el cuerpo sustancias no inertes con componentes no biodegradables capaces de activar una respuesta inflamatoria o inmunológica  de rechazo. El propósito es mejorar ciertas zonas anatómicas, sobre todo las mamas, los glúteos y las extremidades inferiores, aunque también se han descrito casos de parafinomas en la región periorbitaria, en los párpados, la piel cabelluda y los labios así como en genitales.

       De acuerdo con los estudios realizados por Cabral y col. la enfermedad por modelantes se genera por un trastorno de inmunorregulación y alteraciones a nivel de tejido conectivo.

       Las reacciones granulomatosas sistémicas incluyen el desarrollo de neumonitis aguda, hepatitis granulomatosa e insuficiencia renal posterior a la aplicación de grandes cantidades. Otras de las asociaciones patológicas  descritas incluyen: artritis erosiva, enfermedades del colágeno como esclerodermia o esclerosis sistémica y el síndrome de insuficiencia respiratoria progresiva.

       Es importante conocer que las manifestaciones se presentan en formas cíclicas con periodos de mejoría o exacerbación.

       También es importante señalar que se consideran como determinantes de una reacción inflamatoria, la idiosincrasia  o hipersensibilidad tisular del paciente, la naturaleza de la sustancia y sus impurezas, la cantidad total inyectada y el sitio anatómico infiltrado, los traumatismos locales y las infecciones a distancia, todo ello aunado a deficiencias nutricionales o vitamínicas. (Gordillo-Hernández, J., Alegre-Tamez, E., Torres-Baltazar, I., Mendieta-Espinosa, M.J., Sastré-Ortiz, N.)

       La enfermedad se caracteriza por presentar alteraciones clínicas y serológicas inespecíficas a nivel local y sistémico, con un patrón inespecífico de recurrencia. La presentación clínica puede ser variable tanto en sintomatología como en gravedad. El tiempo para la aparición de los síntomas puede ser de semanas, meses e incluso años; sin embargo, se han recogido casos hasta de 30 años después de la aplicación.

       Debemos reconocer que no existe un tratamiento médico establecido para el control de este tipo de pacientes. Se trata de una patología poco descrita y con base en un tratamiento reumatológico atendiendo a una respuesta de autorregulación inmunológica alterada; una reacción granulomatosa tipo IV.

       Los mecanismos y el cuadro clínico de esta enfermedad pueden diferir de acuerdo con el material inyectado, siendo éste uno de los grandes obstáculos  para su reconocimiento. Los signos locales más comunes son: inflamación, irregularidades, edema, eritema, cicatrices queloideas, hiper o hipopigmentaciones, ulceraciones, endurecimiento, necrosis, esclerosis, fibrosis, desplazamiento de la sustancia, infección y fistulas que drenan  material oleoso, e incluso se pueden producir lesiones a distancia por migración del material inyectado, ya sea por vía hematógena, linfática o por efecto de la gravedad.

       Desde que el tratamiento de las consecuencias de esta enfermedad se reconoció como un problema de salud y de que éste dependía de las herramientas y capacidades disponibles para cada época si bien en los años 70 ya se reconocía la resección quirúrgica como parte del tratamiento, ésta se veía limitada por la capacidad técnica para la reconstrucción secundaria.

       Las complicaciones tempranas o tardías de la inyección de modelantes incluyen cambios en el color y en la textura de la piel, inflamación granulomatosa, nódulos cutáneos, fístulas aunadas con infección, así como contractura y deformidad de la región afectada.

       Las formas liquidas de silicón y los aceites pueden migrar a grandes distancias, principalmente cuando se administran en sitios en donde por el efecto de la  gravedad se facilita más el desplazamiento del producto, llegando a involucrar según sea el caso a la pared abdominal, la región inguinal y las extremidades inferiores, incluso hasta el dorso de los pies.

       No existe al día de hoy un tratamiento establecido para este tipo de patología. Se tratan los casos en forma multidisciplinaria con Reumatología, Infectología y Cirugía Plástica y Reconstructiva.


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